¿Sabías que la luz del sol puede frenar los virus que vagan por el aire? Como dice el personaje de «Dos Caras» en la entrega de Batman, «El caballero oscuro»:
La noche es más oscura justo antes del amanecer. Os lo prometo. No tardará en amanecer.
Harvey Dent – Dos Caras
Puede ser que la alegoría utilizada mil veces en nuestra literatura y en los textos sagrados sobre la luz y la oscuridad como el bien y el mal, no esté muy lejos de la realidad. Basándonos en la ciencia y olvidándonos de metáforas y textos sagrados, parece ser que la luz solar puede inmovilizar a los virus y evitar el contagio. Quizá sea la luz la que nos salve a todos del Coronavirus u otras amenazas que puedan atacarnos en un futuro.
¿Qué es la luz solar?
La luz solar es una radiación electromagnética. Se comporta como una onda cuando viaja a través del aire, pero cuando impacta con los objetos actúa como una partícula. ¿Qué es una onda? A continuación mostramos la figura de dos ondas (A y B).
Como podéis ver, las ondas se miden con varios parámetros, dos de ellos son la longitud y la amplitud de onda. Un tercero, es la frecuencia, que es el número de veces que la onda corta el eje horizontal. Estos parámetros nos ayudan a identificar una onda y a poder medirla.
La longitud de onda se mide en nanómetros (nm). Lo definimos porque es de la que más vamos a hablar a continuación.
Como veréis en el siguiente gráfico la radiación electromagnética puede presentar muchas longitudes de onda diferentes.
La luz solar que el ojo humano es capaz de ver se comprende en el espectro de entre los 700 y los 400 nm. Pero el espectro solar es más amplio, como podéis ver en la imagen está comprendido entre las longitudes de onda entre los 10-6 y los 10-7 metros, donde se mueven los rayos ultravioleta.
Por lo tanto, hay muchas partes que nosotros no somos capaces de ver. Al igual que ocurre con las ondas de radio, las microondas o los rayos X o rayos gama.
La luz solar se compone de:
- Rayos ultravioleta: Se dividen en 3, ultravioleta A (UVA), ultravioleta B (UVB) y ultravioleta C (UVC). Estos son los responsables del bronceado.
- Rango visible: Los que somos capaces de ver. Lo que nosotros llamamos luz.
- Rango infrarrojo: Son los que nos proporcionan calor cuando nos calienta el sol.
Estos rayos ultravioleta (UV) son los responsables de que nos tengamos que poner crema cuando tomamos el sol, ya que al colisionar con nuestro cuerpo actúan como partículas y nos pueden dañar.
Rayos ultravioleta para la esterilización de virus
Los rayos ultravioleta se han utilizado durante décadas para esterilizar objetos y habitaciones. Esterilizar, para los que no lo sepáis, significa destruir los gérmenes que pueden provocar una infección.
Gracias a numerosos estudios se ha demostrado la capacidad de la luz UV para dejar inactivas una larga lista de bacterias y virus. De hecho, este tipo de desinfección ya se usa en muchos lugares como en las plantas de tratamiento de agua potable, ya que es capaz de inactivar los patógenos que son resistentes al cloro.
Las ventajas de la desinfección mediante UV son las siguientes:
- Es un proceso libre de sustancias químicas y por lo tanto mucho más beneficioso para el medio ambiente.
- La luz no se tiene que transportar como el cloro u otros químicos, y además no puede dañar a nadie como si pueden hacerlo los productos químicos.
¿Cómo se reproduce un virus?
Los virus son cadenas de información que aparentemente no tienen vida y que vagan por nuestro entorno a la espera de encontrar un ser vivo donde reproducirse. Tienen material genético, ya sea ADN o ARN, y se reproducen uniéndose a las células e inyectándoles su ADN. A partir de ese momento, las células cuando se reproducen lo hacen desdoblándose en células con el ADN infectado por el virus.
Así es como cuando un virus nos infecta, poco a poco la infección se va propagando por nuestro organismo.
El ADN, resumiéndolo mucho, está compuesto por una base de 4 elementos: Adeina (A), Citosina (C), guanina (G) y timina (T). Éstas forman las instrucciones que luego la célula ejecuta para reproducirse.
Es aquí donde entra la radiación ultravioleta del sol. Esta radiación es tan potente, que es capaz de ‘desordenar’ esa información en la base de Timina (T). Esto, produce que esa secuencia de información sea ‘ilegible’ para la célula evitando que se reproduzca.
Es decir, imaginemos que el virus que viaja por el aire, es golpeado por los rayos ultravioletas del sol. Estos rayos desordenan la cadena de ADN haciendo que la información que contiene, ya no sea útil. Así, si el virus infecta alguna célula, ésta ya no se puede reproducir, por lo tanto la infección no evoluciona dentro de nuestro organismo. Así que el virus se vuelve inofensivo.
Esta fórmula funciona así con muchos tipos de virus y bacterias, como son por ejemplo el virus responsable de la gripe, de la hepatitis A o B, el de la salmonelosis, etc. Lo que todavía no conocemos es como se comportará con el Coronavirus. Sin embargo, todo hace pensar que se seguirá comportando de la misma manera.
Si esto ocurre, con la llegada del verano, se reducirán los contagios y los científicos dispondrás de más de tiempo para hallar una vacuna y poder acabar con el virus para siempre.
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