A la mayoría de nosotros nos suele ocurrir, que inmediatamente después de comer, nos entra el sueño. Es lo que se conoce como somnolencia postprandial. De hecho, este es el motivo principal, por el que tantas personas necesitan hacer «siesta» tras una copiosa comida.
Pero en realidad, el hecho de sentir sueño y cansancio después de ingerir alimentos tiene más relación con el tipo de comida que ingerimos que con las cantidades en sí. Además, existen otros factores que hacen que tengamos sueño después de comer.
Las horas en las que comemos
El primer factor que influye en nuestra somnolencia son los horarios en los que comemos. Los ciclos circadianos, encargados de regular nuestro organismo en función de las horas de luz y oscuridad, determinan dos momentos de somnolencia al día: por la noche y 8 horas después de habernos despertado.
Alimentos con un alto índice glucémico
Durante muchos años se ha creído que después de comer, nuestro flujo sanguíneo se desviaba hacia el estómago con el objetivo de hacer la digestión, dejando al cerebro con menos cantidad de sangre, motivo por el cual, sentimos somnolencia. Sin embargo, esta teoría carece de fundamentos científicos, ya que, el cerebro es uno de los órganos al que precisamente, nunca le falta flujo sanguíneo.
En realidad, es el tipo de alimentos que ingerimos los que influyen en nuestra digestión y provocan la sensación de sueño después de comer.
Cuando comemos alimentos ricos en glucosa, ésta, al pasar a la sangre, provoca una disminución de orexinas, la hormona que se encarga de mantener el cuerpo en estado de alerta.
De hecho, es curioso pero existe otra teoría que afirma que tantos los seres humanos como los animales, disponemos de unas «señales de vigilancia» que nos mantienen despiertos cuando tenemos hambre, con el objetivo de encontrar y obtener alimentos. Según esta creencia, una vez conseguida la misión, esta señal de alarma desaparece dando lugar a la fatiga y el sueño.
¿Cómo evitar tener sueño después de comer?
Como hemos visto, consumir alimentos ricos en hidratos de carbono y grasas, como por ejemplo, dulces industriales o bollería, aumenta la somnolencia después de las comidas. Sin embargo, este tipo de alimentos también pueden provocar insomnio durante la noche.
Así que, si lo que queremos es mantenernos despiertos después de comer y no sufrir insomnio por la noche, deberemos ingerir alimentos ricos en proteínas e hidratos de carbono de bajo índice glucémico.
Además, los expertos recomiendan respetar las horas de sueño durante la noche para evitar el cansancio prologando durante el día. De este modo, la sensación de somnolencia se verá reducida al mediodía. Evitar alimentos y bebidas estimulantes, como el té, el café o el chocolate también ayudará a combatir la sensación de sueño.
Alimentos que favorecen el descanso
Existen productos naturales que aumentan la melatonina, una hormona secretada por el cerebro, cuya función principal es promover el sueño y reducir la actividad de nuestro cuerpo. Algunos alimentos que potencian esta sustancia son:
- Maíz
- Vino tinto
- Arroz
- Tomate
- Cerezas
- Plátanos
- Fresas
Cabe destacar también un aminoácido esencial llamado L-triptófano, que es un precursor de serotonina y melanina, que favorecen el descanso. Este aminoácido se puede encontrar en:
- Queso
- Pavo
- Almendras
- Huevos
- Cereales
- Piña
- Plátanos
- Espinacas
- Guisantes
- Zanahorias
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